Con este cuento anónimo, como si tuviésemos una máquina del tiempo, os invito a retroceder 4000 años en el calendario, hasta el Antiguo Egipto! Si queréis conocer una de las leyendas que hablan sobre Nitocris, la primera reina-faraón que perteneció a la VI dinastía real, no os lo perdáis!
La sandalia de Nitocris:
En un pueblo del Bajo Egipto vivía una joven llamada Nitocris bella como una Diosa. La joven ayudaba a su padre con el ganado y, además, sabía contar, leer y escribir. Un gran número de pretendientes, entre los que se encontraba el hijo del alcalde, insistían en casarse con ella, pero Nitocris rechazaba tajantemente a todos, tenía claro que solo se casaría con un hombre al que amase de verdad. Sus padres quería que fuese feliz por lo que la apoyaron diciéndola: "solo tú puedes elegir al hombre que amarás como esposo".
Una tarde soleada Nitocris fue a bañarse sola al canal, se quitó las sandalias, junto a ellas dejó su ropa y poco a poco se fue metiendo en las cálidas aguas. Más tarde, cuando decidió salir vio en la orilla a un chico que le tendía la mano para ayudarla a salir del agua, se trataba del hijo del alcalde que le ofrecía orgulloso la liebre que había cazado con su arco.
- No quiero tus regalos. Aléjate de mí!- le respondió Nitocris.
- Ni pensarlo! Deseo hablarte, sabes que yo seré tu marido!- continuó el joven.
- Jamás, nunca me casaré contigo!
Iba Nitocris a recoger sus sandalias cuando sintió un aleteo... En ese instante un halcón tomó una de las sandalias de la muchacha con sus garras y emprendió de nuevo su vuelo. El hijo del alcalde, rápidamente, se dispuso a disparar al animal con una flecha pero Nitocris lo detuvo:
- Detente!! El halcón es el animal sagrado del Dios Horus, el protector del faraón. Nadie puede matarlo.
El joven se fue cabizbajo, avergonzado por lo que había hecho.
Ese mismo día, un poco más tarde, se celebraba en el jardín de palacio un congreso de ministros presidido por el faraón. El rey estaba soltero, situación que no debía prolongarse más. La Ley exigía que junto a él debía gobernar una gran esposa real, pero ninguna le interesaba.
Estaba sumido en sus pensamientos y sin hacer mucho caso al ministro cuando, de pronto, el halcón se abalanzó hacia el faraón dejando caer algo en sus rodillas... Era la sandalia, la más bonita que jamás había visto. Sin dudarlo llamó al jefe de la guardia real y enérgicamente le dijo:
-Envíe a sus hombres a todas las ciudades y pueblos y ordene que todas las mujeres se prueben la sandalia. Encuentren a su dueña!!
El hijo del alcalde iba hacia casa de Nitocris cuando vio a dos guardias cumpliendo el encargo del faraón. En cuanto supo de qué se trataba intentó distraer a los guardias para evitar que la encontrasen, pues solo les quedaba la casa de Nitocris por visitar, pero en ese instante salió la joven llevando un ramo de flores de loto. El guardia al verla quedo impresionado por su belleza, y al probarle la sandalia comprobó que era suya.
Nitocris cruzó los inmensos jardines de palacio hasta llegar a la gran sala, donde sentado aguardaba su llegada el faraón de Egipto.
La joven se arrodilló ante el faraón como muestra de admiración y respeto. El rey, portando sus insignias reales, la tomó de la mano ayudándola a levantarse. Admirado por su belleza, el faraón le calzó la sandalia que le había hecho llegar el halcón. Nitocris era la esposa elegida por los dioses, y ella se había enamorado del faraón.
- Reinarás en Egipto junto a mí como Gran Esposa Real. Mandaré construir para ti una pirámide que inmortalizará nuestro amor y hará brillar tu nombre para siempre.
Espero que os haya gustado!
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